Para la creación de las Tamarit, se llevan a cabo una serie de procesos artesanales que se han ido perfeccionando e industrializando para conseguir un resultado único, al que se le dedican muchas horas de trabajo y dedicación.

Las piezas son hechas a medida para los proyectos a través de un largo proceso, creadas desde cero y hechas en exclusiva para cada moto. El proceso de creación de una pieza así, puede llevar entre 50 y 200 horas de trabajo.

Realizadas primero en plastilina hasta dar con la forma deseada, para luego obtener la pieza y comenzar un proceso hecho a mano de lijado, pulido y pintura.

Una pieza única, al final en eso se resume nuestro trabajo. Y en una pieza tan importante como es el asiento, no iba a ser menos.

Los asientos de los proyectos son creados desde cero casi como si de una pieza única se tratase. Pero no se trata únicamente de una mejora estética, sino que también funcional. Con materiales de primera calidad que proporcionan una mayor comodidad sobre la moto.

La electrónica de la moto es cambiada y simplificada por completo, con lo que se consigue una electrónica más depurada y dotada de la mejor tecnología del sector.

De una maraña de cables sin sentido, sintetizamos y agrupamos la electrónica de la moto para recolocarla en un menor espacio. Un proceso que requiere de tiempo y altos conocimientos de electrónica.

Acompañando a la nueva electrónica de la moto, en los proyectos se incluyen componentes tecnológicos que mejoran la experiencia de conducción y permiten tomar el control de la moto. Elementos como estos son la centralita, el cerebro de la moto, o los faros adaptativos, capaces de seguir el movimiento del piloto y adaptarse a él.